27 agosto, 2009

Cuentos para niños que no quieren dormir


Hace muchos, muchos años....allá por el año 1543, cuenta la leyenda que la iglesia vieja de Cadaqués fue saqueada y quemada por unos corsarios moros, los hermanos Arug y Khaird-ben-Eddin, conocidos como los Barba-Roja...Temibles piratas que sembraron el pánico entre las gentes de los pueblos de pescadores de la costa catalana entre la bahía de Palamós y el Cap de Creus.

Todavía hoy si preguntas a las personas más ancianas, perdura el recuerdo del saqueo y del incendio que aconteció en Palamós (recuerdo aciago que se ha transmitido a través de generaciones y generaciones de lugareños).


Arug, el hermano mayor, más conocido como el pirata BARBA-ROJA tenía un rostro lleno de cicatrices de las múltiples batallas que había lidiado a lo largo y ancho de todo el Mediterráneo, abordando y saqueando cuántos barcos se le ponían a su alcance.
A menudo se acercaba a los pueblos costeros para expoliarlos, asesinar a quién osase plantarle cara y secuestrar a multitud de desdichados para así poder pedir un suculento rescate a sus atormentadas familias.
Barba-Roja llevaba siempre un sombrero pirata con la típica calavera y los huesos de tibias cruzados....lucía una espesa barba pelirroja y este era el motivo por el que le conocían como BARBA-ROJA. Un antifad negro tapaba su rostro para disimular que había perdido el ojo derecho en una de sus múltiples trifulcas.....Con el tiempo perdió también una mano, dicen que se la devoró un hambriento tiburón y también acabó perdiendo parte de una pierna debido a las terribles heridas que le produjo un cañonazo sobre su barco pirata. Así, no os ha de extrañar que los niños le tuviesen mucho miedo ya que su sola presencia resultaba inquietante, ponía los pelos de punta el simpre hecho de estar cerca de él.

La leyenda dice que Barba-roja era un pirata particularmente cruel ya que utilizaba una técnica despiadada para obtener suculentos botines de las humildes familias de pescadores.
Así actuaba el despreciable corsario: se aproximaba con su barco pirata con las últimas luces del día, hacia el ocaso, y atracaba su embarcación en alguna ensenada resguardada de la vista desde tierra firme. Esperaba pacientemente a que llegase la noche cerrada y - con la ayuda de varios botes - se aproximaba a las bahías y calas cercanas a los pueblos. Una vez en tierra firme, de forma sigilosa, los piratas se adentraban en los alrededores de los pueblos y confundiéndose con sombras furtivas sorprendían a los lugareños cuando estos dormían......
Buscaban casas que estuviesen habitadas por familias con niños pequeños, incluso bebés......seleccionaban a sus víctímas y...zas, entraban en las alcobas y se llevaban a los pequeños. Si algún padre o hermano mayor los sorprendía e intentaba enfrentarse a ellos, los mataban con su espadas y cuchillos y se escabullían entre las callejuelas de los pueblos.
Se iban, raudos y veloces, y una vez en el barco se alejaban unas millas mar adentro con los pobres niños que no dejaban de llorar.
A la mañana siguiente o, a veces, dos días más tarde hacían llegar el mensaje a los familiares de que si querían volver a ver con vida a sus hijos debían reunir grandes cantidades de dinero, provisiones en forma de comida y bebida y cuántas joyas y oro poseyesen. La debían dejar depositada en unas rocas alejadas del pueblo y a las que sólo pudiese accederse desde el mar (así se aseguraban que los lugareños no les prepararían una emboscada). Si por el motivo que fuese las familias no eran capaces de reunir todo lo que ellos pedían, zarpaban del lugar y nunca más volvían a ver a los niños.

Barba-roja conseguía con este método cruel importantes botines ya que la mayoría de las familias, incluso las más humildes, conseguian reunir todo lo que les pedían con la ayuda muchas veces del resto de familias del pueblo.

Pero, ay, desdichados los niños que se quedaban en el barco pirata sin poder volver a ver a sus familias nunca jamás......
Los piratas los cuidaban y los alimentaban con la intención de que se hiciesen fuertes y fuesen sus fieles esclavos en el futuro. En cuanto se hacian algo mayores y ya tenían fuerzas para trabajar les obligaban a hacer las tareas más duras del barco...si enfermaban no dudaban en arrojarlos a los tiburones. Sólo mantenían con vida a los más fuertes, aquellos que eran capaces de soportar las más duras jornadas de trabajo.

Cruel destino el de los niños secuestrados por los piratas...dicen que nunca más volvían a sonreir!!

El pirata Barba-Roja y sus temibles corsarios ya murieron hace muchos, muchos años....pero cuenta la leyenda que sus espectros, siniestros espíritus fantasmagóricos, pululan por los mares en las noches de luna llena......
Dicen que tienen una extraña habilidad: nadie sabe cómo, pero se enteran de los niños que no quieren dormir por las noches, de los niños que suelen desobedecer a sus padres....Les gusta seleccionar a los niños desobedientes, aquellos que permanecen hasta altas horas de la noche despiertos son sus preferidos.....
Cuando los localizan, entran en sus casas y se los llevan al barco pirata fantasma.....nadie los podrá volver a ver jamás.......los niños que se portan mal acaban sus días atrapados en el barco pirata de Barba-roja y si por un casual se atreviesen a intentar huir, son arrojados a los voraces tiburones,,,,,,aaaahhhhhhh

No seáis malos, niños, o vendrá el fantasma del pirata Barba-roja para llevaros con él para siempre...Dormid, dormid ya, que no se entere el pirata que todavía estáis despiertos...o vendrá a por vosotros y nada podrán hacer vuestros padres por salvaros.


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