21 septiembre, 2010

Conciencia de "clase" 1º parte

No sé muy bien como quedamos emparejados para hacer el trabajo de prácticas de Física (primer curso de Biología en la UAB). Supongo que aquel día nos sentamos juntos por azar y cuando nos dijeron que debíamos hacer un trabajo por parejas nos miramos y decidimos "por qué no?"

- Quedamos en mi casa?, me dijo.
- Si claro, dónde vives?

- En Sarrià-Sant Gervasi, junto a la Via Augusta. Es muy fácil llegar, te bajas en tal parada de FFCC y, bla, bla, bla.....Es un bloque de pisos encarnado que....bla, bla,bla....... Yo la escuchaba con atención intentando memorizar todos los datos que me estaba proporcionando y procurando disimular mi absoluto desconocimiento de esa zona de la ciudad que me estaba describiendo con la más absoluta familiaridad.
- Vale, pues nos vemos el martes, ok! Seguro que lo terminamos en un periquete.

Yo vivía en Nou Barris, en un distrito de la zona norte de la ciudad situado a las faldas de la sierra de Collserola. Un conjunto de barriadas periféricas que crecieron de forma desordenada , en los años 50 y 60, con motivo de la acogida de los miles de inmigrantes venidos de todas partes de España. Gente de origen humilde, "clase media trabajadora" que se decía en aquella época. Ni por asomo conocía yo aquellos otros barrios de la zona alta de la ciudad. Barrios de "gent benestant", muchos pertenecientes a la "burguesía catalana". Había pequeños, medianos y grandes burgueses, gente en su mayoría catalana con una muy baja proporción de gent forastera!
Ella tenía un aspecto pijo y casi aristocrático. Era muy alta, bastante más que yo, delgada y de estructura ósea corpulenta. "Buenas caderas y enormes fémures" pensé, "esta tía te coge por banda y te destroza, eso es seguro!!" Me hablaba en castellano, con un fuerte acento catalán, nasal y algo ridículo por ese deje pijo dels barcelonins. Solía vestir siempre con colores crudos, llevaba pantalones elásticos y unas botas largas de caña por encima de los mismos que la estilizaban todavía más y le daban un aspecto altivo y de elegante amazona.
- Esta tía seguro que monta a caballo, todas las pijas de la zona alta de la ciudad me las imagino haciendo equitación y jugando a tenis o a golf con sus amigos, fijo!!
Era algo desgarbada y un poco torpe en sus andares, tal como les suele ocurrir a muchas personas altas. Sin embargo he de reconocer que tenía buen tipo, vamos que "tenía percha" la niña. Eso sí, la cara no se la podía cambiar, no era guapa.Tenía unas facciones demasiado bastas con una mandíbula prominente y un prognatismo acusado que proyectaba hacia fuera su maxilar confiriéndole un cierto aspecto simiesco.
Era muy morena de piel, pensé que esa era otra característica asociada a su estilo de vida...Claro, todo el día jugando al tenis, en invierno se van a esquiar ,así están las niñas pijas, permanentemente bronceadas. Tienen un tono chamuscado y cancerígeno diferente al bronceado de los obreros. No lo sé explicar, pero es otro tipo de tonalidad, la melanina de los pijos para mi que es mutante!!

Encontré fácilmente el piso. Me decepcionó mucho que viviese en un bloque de pisos!! Yo había imaginado que casi todos los pijos debían vivir en casas, casonas o torres benestants de la zona alta de la ciudad. Sin duda, había clases y clases, ella simplemente debía ser algo benestant, pero obviamente no era de una familia rica....Sólo algo adinerada, sin más. Suficiente como para poder elegir dónde vivir en la ciudad y no tener que mezclarse con los garrulos de medio pelo como yo. Sí, yo podía ser un garrulete ilustrado e ir a la Universidad, pero seguía viviendo en un barrio obrero horrorosamente hacinado. Urbanísticamente despreciable, poco interesante en todos los sentidos !!

Sólo entrar en el amplio recibidor de la portería me recibió un frío conserje con aspecto policial:
- Bon dia tingui, a qui busca senyor?
- A Mónica, creo que es aquí... Me dijo que vivía en este número, en el piso 3º 2ª, puede ser?
- Si, la senyoreta Mónica viu al 3er 2º de l'escala A, l'ascensor està al final del vestíbul, a mà esquerra.
- Gracias !

Piqué el timbre y me abrió la puerta una chica sudamericana muy servil y muy educada. Por un momento pensé que me había equivocado, pero pronto salió Mónica a recibirme y comprendí que era la chacha, la sirvienta.
- Pasa, pasa, mira te presento, esta es "Lucrecia" es como si fuera de la familia.
- Esta es mi hermana, Carla.

Al poco tiempo me sentí tremendamente incómodo. Mónica intentaba que me sintiese a gusto, fué en todo momento muy educada y cortés conmigo, pero no conseguía que yo me relajase en ningún momento.
Todos en casa trataban con una familiaridad singular a Lucrecia, parecía una más de la familia si no fuese por el tono en el que le decían las cosas...Un tono autoritario, una facilidad pasmosa para abroncarla si era menester y un tono de superioridad siempre que se dirigían a ella que me resultó enormemente doloroso. Yo sólo había visto eso en las películas, pensaba que era más bien algo de otra época o en todo caso lo asociaba a familias castellanas de rancio abolengo, gente clasista ajena a mi cultura. Pero esa gente era catalana y de mi misma ciudad!! Esto era algo normal en determinados barrios de Barcelona?? Era una familia "tipo" de Sarrià-Sant Gervasi??

El padre de Mónica era médico, un hombre de unos 45 - 47 años, muy elegante, alto y con un porte aristocrático. Tenía una postura corporal siempre tensa, como rígida.....Parecía acartonado. Toda su gestualidad me parecía artificial, estudiada, un hombre de "poses".
Me comenzó a explicar su especialidad en Medicina, me dijo que tanto él como su esposa eran médicos y no sé que otras cosas...Yo no le atendía, no le escuchaba, estaba pendiente de sus cabellos rizados, canosos, de su aspecto burgués y relamido....De su triste traje, de su ridícula corbata, de sus primorosos zapatos que de tan brillantes que eran lastimaban mi vista!

- Bé, seguiu amb el que estigueu fent ! Aviat serà l'hora de dinar i ja parlarem. Encantat noi, per cert, no parles català? No ets d'aquí?
- No señor, digo sí, soy de aquí, de Barcelona, pero mis padres no son catalanes y en casa siempre hemos hablado castellano. Pero lo entiendo perfectamente, por supuesto.
- Ah, és clar, molt bé nano, dons estudieu, estudieu, que sou el futur d'aquesta societat, sense cap mena de dubte! Espero que et trobis com a casa.
- No tenía ningún motivo para odiar a ese hombre, pero me hacía sentir mal e incómodo como nadie antes lo había hecho. Empecé a desear que la jornada se acabase lo antes posible.

Mónica y yo trabajamos sin demasiada convicción, conscientes de que el trabajo de Física era un mero trámite sin importancia. En un momento dado Mónica suspiró y me miró con cara de súplica....
- Carlos, vamos a descansar un poco, empiezo a estar algo saturada. Mira, aprovecho y te enseño mejor la casa, vale?
- Asentí aliviado, vale!
- Lucrecia! Lucrecia!, espera Carlos que esto no lo paso por alto, faltaría más!
Apareció Lucrecia con gesto preocupado, por el tono con el que la había llamado Mónica ya sabía que era para alguna reprimenda.
- Te he dicho mil veces que no me cambies de sitio las cosas! Ves? Esta es mi ropa de diario, la que me gusta tener a mano para ponérmela. Te cuesta mucho respetar mi orden o qué?? Cómo tengo que decirte que la ropa de "a diario" va aquí y el resto en este otro lado?? Por qué tienes que cambiarme las cosas de su sitio? Es que me pones de los nervios!
- No volverá a pasar, se lo prometo Mónica. Lo siento de verás.
- Vale, retírate!
Sentí tanta vergüenza ajena de la escena que acababa de presenciar que no sabía dónde meterme. Miré a Lucrecia como para poder cotejar su mirada con la mía en un intento de consolarla, pero Lucrecia mantenía la cabeza agachada y la mirada en el suelo; no osó mirar a Mónica ni a un servidor en ningún momento.

Me empezó a caer mal Mónica por cómo trataba a Lucrecia ! "Conque de la familia, valiente patraña !!

To be continue ......



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