05 noviembre, 2007

En casa de los Pérez nunca gustaron "los musicales"


Yo a mi padre no recuerdo haberlo odio cantar ni bajo la ducha..... Sólo mi madre cantaba asiduamente en casa mientras hacía las faenas de ama de casa. A ella si la recuerdo alegre y vital, cantando coplas y canciones del folklore popular mientras escuchaba la radio.

En casa siempre fuimos animales muy televisivos y muy cinéfilos.... Pero cuando veíamos alguna película "de aquellas de época", de las del género "musical", algo se removía en las entrañas de mi padre......
De siempre fue muy racional y ortodoxo en sus gustos y maneras y eso incluía que en una película debía haber una historia con argumento y desenlaces lógicos: ¿ cómo podía ser "de recibo" que el protagonista de la peli, sin venir a cuento, se pusiera a cantar i/o a bailar y le secundasen el resto de actores improvisando repentinamente coros y coreografías imposibles ??....
Eso no era normal!! no era lógico ni razonable!! y para mi padre cualquier cosa que tuviese un atisbo de surrealismo, magia o fuese estrafalaria era sencillamente inaceptable, repugnante!!

De ello se desprende que los famosos musicales de Broadway y la época dorada del género musical fuesen ferozmente criticados por este salmantino amusical......

Fred Astaire y Ginger Rogers siempre fueron considerados en mi casa una pareja de panolis insufribles (ella era una "marimacho" de mucho cuidado y él, un pamplinas amanerado.... "un hombre que baila claqué sólo puede ser un pedazo de maricón" (lenguaje homófobo que siempre se escuchó en mi dicharachero hogar)".

Judy Garland y su entrañable "Mago de Oz" no era ni un cuento, ni una fabula, sino "una tremenda chorrada"..... Mary Poppins era simplemente el paradigma de "la perfecta idiota y bleda".

Gene Kelly y sus famosa escena entrañable en "Cantando bajo la lluvía" era "un monumento a la estupidez humana" y un tal Bing Crosby era "ese orejón estúpido que canta como un canario afónico".
De la quema no se salvaba ni el genial Frank Sinatra que recuerdo que tenía algunas películas realmente divertidas con Sammy Davis y Dean Martin (ahora hay un espectáculo teatral que rememora a ese genial trio de ases)... pues bien, el bueno de Frank Sinatra era "un puto gánster y mafioso, borracho y pendenciero que pegaba a Ava Garner"... "un chulo-putas que sólo merecía el máximo de los desprecios".

Y ya por último, para recorrer el simpático sendero de los musicales en casa de los Pérez, la película CABARET de Liza Minnelli, ya en los años 70, era "una mierda pinchada en un palo protagonizada por una ramera barata, una tía tan basta que parecía imposible que pudiese ser la hija de Judy Garland!!"

Con este panorama entenderéis fácilmente porqué yo tampoco canto ni bajo la ducha y jamás me encontraréis en un karaoke ni por casualidad.... yo no canto ni por lo bajini!! Y es que si has vivido tantos años bajo el yugo y asfixiante influencia de un padre así, raro sería que uno hubiese salido cantor o cantaor.... yo no sé cantar!! Jamás me he atrevido ni a entonar una canción en tono bajo..... por miedo a hacer el ridículo!! Esas cosas ya se arrastran para toda la vida.....

Silvia dice que es una lástima, porque ella sabe que yo soy un tío bastante musical en el sentido que siempre me ha gustado escuchar música; tengo gustos musicales "força variats" y bastante sentido del ritmo (al menos para bailar, ya que de siempre he sido muy bailongo).
Pero cuando me arranco a tararear por lo bajini alguna canción... un nudo en la garganta y un enorme sentido del ridículo me invaden y decido "cantar hacia dentro, mentalmente sigo la melodía en un sordo silencio.... seguro que con algún aparatejo que registrase ultrasonidos se podría detectar alguna nota musical musitada para mis adentros, ja, ja".

Hasta ahí llegan las influencias perniciosas del odio visceral de mi padre que nos inculcó, a mi hermana y a mi, hacia el género de los musicales y las canciones en general.

A pesar de que nunca me han gustado "los musicales" y casi siempre los he considerado horteras ... he de reconocer que la limpieza étnica que practicó mi padre en mi cerebro musical no fue perfecta...porque mi lado romántico siempre ha aflorado con inusitada fuerza para imponerse en algunas deliciosas excepciones en esto de los musicales.
El primer musical que me dejó "pillado" sin remedio fue "West Side Story", esa fantástica historia de amor con final trágico - romanticismo en estado puro - con la dulce Natalie Wood como protagonista. Recuerdo como si fuese hoy la emoción que sentí durante toda la película y como me cautivó la historia desde el primer fotograma...ese comienzo tan sugestivo en las calles con las bandas de puertorriqueños -los Sharks - y los anglosajones- los Jets -enfrentándose ritualmente en sus coreografías.....




Por supuesto, yo me identificaba con los puertorriqueños y suspiraba por la dulce Natalie.....si no recuerdo mal debía tener 11 años cuando vi esa película en el Cine Astor o el Victoria, uno de esos cines de barrio con enormes salas que te transportaban a otro mundo de forma más intensa a cómo lo hacen hoy en día los cines de multisalas.

Unos años más tarde, a los 13 - 14 años creo recordar, me pilló de lleno la fiebre de "Grease", ¡vaya musical! ¡ Ese si que molaba! Todos los tíos del barrio queríamos ser Danny Zuko y fantaseábamos con aquellos "números musicales"....¿Quién no ha bailado mil veces en las discotecas a lo John Travolta cómo en "Greased lightin'"?

Recuerdo que vi Grease en el cine Rio, en el barrio de "Viviendas del Congreso", justo el día de su estreno en Barcelona....había una cola que daba varias vueltas a la manzana!! Nunca en mi vida he hecho una cola como aquella para ver un "estreno cinematográfico".

La fiebre que hubo con Grease se convirtió en un fenómeno social como no recuerdo que haya ocurrido jamás con nigún otro musical.....un montón de colegas y conocidos se "disfrazaron" de John Travolta (se peinaban con brillantina, acudían a las barberías de barrio a cortarse el pelo a lo Danny Zuko y se compraban chupas negras).
Yo no cambié "mi look" porque uno era sabedor de los problemas que eso podría haberme comportado en "Can Pérez"...mi padre me habría atormentado un día si y otro también hasta la saciedad y no valía la pena esa penitencia.


En los años 80, mi década, ya no se llevaban los musicales, desaparecieron del mapa..... Grease fue el último gran musical del cine y yo tuve la suerte de vivirlo en plena adolescencia. Hace poco le han rendido un merecido homenaje con una obra de teatro: "Grease, el musical de tu vida" y creo que la Perla y el Juanki fueron a verlo y les gustó bastante.

El género de los musicales ha resucitado para el cine con la gran "Mouline Rouge", que película!! Cómo está en esta película la Nicole Kidman, por todos los santos!!
Este musical - historia de amor imposible que acaba en drama - es otra de esas famosas excepciones que confirman la regla.....



Y es que a un servidor no le gustan los musicales, pero West Side Story, Grease y Mouline Rouge son obras maestras! Lo siento papá, pero tu poder no llegó tan lejos.

Eso si, si queréis putearme de verdad sólo tenéis que regalarme estas navidades un lindo karaoke!!

Nos vemos amiguitos!! That's ALL!!

2 comentarios:

  1. Anónimo11:35 p. m.

    Voy a anunciar un dato de rabiosa actualidad y es que VICTOR se ha lanzado a la canción. ¿ Cómo ha podido ser?, pues muy sencillo sus niñas lo han conseguido, de modo que lo podemos escuchar cantar los siguientes temas de mi invención:
    - carita con carita
    - mama dame papilla
    - que buena está la papillini

    y otros temas musicales como:
    - cinco lobitos ( canción popular)
    - los lunis
    - el libro de la selva.

    Y lo que se tercie con tal que sus niñas sean felices, por algo es el padre del año. Ha costado un poquito, pero una vez que se ha arrancado puedo afirmar que ha mejorado mucho su entonación y ya incluso se reconocen las canciones que canta, ji, ji, ji.

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  2. Anónimo11:36 p. m.

    Pues yo recuerdo las películas de Parchís y de Enrique y Ana con gran entusiasmo. Luego fui compañera de piso del Parchís blanco, lo que son las cosas.- Pololi

    Y yo canto en todas partes, por la calle, en casa, en el trabajo, en el coche. Creo que las personas que saben cantar son más felices. Algún día sabré cantar bien bien.
    Rosa

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