La "abuela Leo" nació en un ya lejano Septiembre de 1913!! (a principios del siglo pasado) en el diminuto pueblo de Sotoserrano (Salamanca - Comarca de la "Sierra de Francia").
Su particular historia de amor con el "abuelo Tasio", natural del mismo pueblo, se vió truncada de forma cruel por la horrible Guerra Civil. El sangriento "Frente del Ebro" se llevó para siempre al "abuelo"...... Pero fruto de ese amor y casi de forma milagrosa nació mi padre, también Tasio, que nunca llegó a conocer a su padre y que vivió parte de su infancia y adolescencia en la cruel Barcelona de la posguerra (él siempre recuerda que en su pueblo de Salamanca nunca le faltó la comida: "Yo conocí el hambre y las privaciones al llegar a Barcelona" siempre dice con cierta amargura).
El otro día estuvimos en "Can Leo", una coqueta residencia para "gente mayor", en un chaflán soleado de la Plaza Urquinaona por donde penetra generosamente el sol en la habitación de mi abuela.
Viendo a Leo y Jara intercambiar sonrisas y comunicarse con tanta vida, con tanta emoción,... no pude evitar pensar que "mi niña", Jara, estaba en esa habitación llena de vida gracias a Leo.... sin Leo yo no estaría ahora escribiendo en este "blog" ni Jara mamando aferrada al pezón de su madre en estos precisos instantes.... sin la historia de amor entre Leo y Tasio nunca habría existido mi padre.... no habría conocido a mi madre y yo no habría nacido.... Jara no estaría aquí; esta "cadena de vida" tan increible ha sido posible gracias a esta hermosa mujer de 92 años, de ojos azules claros como las aguas del Mediterráneo y pelo ya blanco.
Me emociona la actitud vital de mi abuela Leo, su empatía natural con la gente, sus ganas de vivir y me emociona que "Bisabuela y Biznieta" tengan la oportunidad de conocerse e intercambiar sonrisas y sensaciones..........
Sirvan estas humildes reflexiones como homenaje a mi abuela, Leo, hermosa mujer de pelo blanco, bisabuela salmantina de la diminuta Jara!!
Gracias Leo por todo lo que me has dado y lo que aún nos están dando a todos (tu familia).
Pues sí, a veces nos olvidamos de que hay una cadena de personas que nos han traído hasta donde estamos y de que nosotros somos ahora un punto de luz en ese devenir. Ojalá que si llegamos a la edad de la abuela Leocadia lo hagamos con esa actitud tan vital que tiene, está en nuestras manos.
ResponderEliminarQue sentimientos más bonitos y sinceros expresas hacia la abuela Leo,una forma preciosa de expresarle el cariño y admiración que sientes hacia ella. A las abuelas se les quiere de una forma muy especial, son las personas más cariñosas y altruístas ( con el permiso de los abuelos, aunque yo de ese tema no puedo hablar porque no los conocí). Cuando recuerdo a mi abuela me emociono, porque la quiero con la misma intensidad que si estuviera viva. Para mi es un ángel de la guarda que me acompaña a mí y a los que quiero. Mi yaya estuvo siempre con nosotros dándonos todo lo que ella tenía, todo su tiempo y su cariño. Tuvimos mi hermana y yo la gran suerte de tener a la tía Justa que ha sido una abuela consorte excepcional, y que también es un ángel de la guarda que nos acompañará para siempre.
ResponderEliminarCon la yaya de Granada tuvimos que compartir el cariño treinta y tantos nietos, también tuvo un corazón muy grande y el valor de criar a 13 hijos ( casi nada).
Que suerte tiene nuestra Jara de tener a sus dos yayas,y de que la quieran y la mimen. Seguro que ella les corresponderá como se mereceren, dándoles un millón de besos.