11 octubre, 2007

Ya no hay "glamour" en las playas

Ahora que estamos en la otoñada, época de bolets, y los ecos de los calores estivales quedan ya algo lejanos, me parece oportuno reflexionar sobre algo a lo que le doy vueltas desde hace bastante tiempo: El escaso glamour que emana de nuestras playas urbanitas (las de los barceloneses).

Hay básicamente dos tipos de personas adultas que acuden a las playas: las que van con un único objetivo en la mente, broncearse por encima de todas las cosas para lucir un cuerpo tostado irresistible....Y las que buscan refrescarse en las aguas del mar y bañarse un poquito.
Yo pertenezco a las segundas, aunque desde que nació Jara ya no se lo que es nadar en el mar ¿acabaré perdiendo mis capacidades natatorias? Ahora este tipo de personajes playeros estamos casi en peligro de extinción, casi nadie se baña....todos los adultos están estirados cual reptiles de sangre fria, expuestos todo el tiempo al sol (¿qué fue de las entrañables sombrillas multicolores que antes adornaban las playas?, nadie parece querer llevarlas porque, por lo visto, no son nada glamourosas).

Ese ejército inhumano que estoicamente soporta horas y horas al sol con un masoquismo exquisito sólo entra en contacto con el agua cuando nota recalentar en exceso su cancerígeno cuerpo.... entonces ves como el susodicho ejército de zombies se levanta siniestramente y se dirige a las duchas, se remoja, y vuelta al tostadero!! Los que todavía conservan algo de sentido común se zambullen en las contaminadas aguas del Mediterráneo, pero no para nadar y jugar en el agua como antaño, nada de eso!! se remojan y salen como expelidos por un resorte con muelle que los impulsa a velocidad de vértigo a sus cubiles reptilianos. Ya nadie parece querer nadar en el Mediterráneo!!

Yo siempre me he aburrido de forma horrorosa en la playa.. hay pocas actividades tan alienantes como la de estirarse al sol en una triste y hortera toalla, sin hablar con nadie y sufriendo un sopor considerable. Además, tengo el problema añadido que nunca he soportado mucho tiempo una postura fija, me empieza a doler la espalda o se me duermen los brazos, las piernas, ...un desastre! La inmovilidad continuada me produce un mal rollo que no acierto a explicar, pero que resulta ciertamente molesto.
Y qué puede hacer un individuo que no soporta estar tumbado en la repugnante arena - repleta de cigarrillos, latas y altres deixalles varias- más de 5' seguidos..... se incorpora y se sienta para, parapetado bajo unas horteras gafas de sol, ejercer una de las pocas cosas divertidas que se pueden hacer en esas penosas circunstancias: observar, mirar, ejercer de voyeur... y recrearse la vista con las sensuales hembras que pululan por su esperanzado campo visual.

Ciertamente las mujeres siempre han sido generosas con nosotros, machos en permanente celo, en su espléndida desnudez en las playas.....ese placer del voyeurista era una de las pocas cosas que nos quedaban a los que acudíamos sin convicción a la playa. Sin embargo, he comprobado en los últimos años con enorme frustación que las mujeres ya apenas si conservan algo del glamour que siempre las caracterizó .

En los tiempos, no tan lejanos, en que las mujeres eran mayoritariamente machistas se las veía más preocupadas en gustar y resultar atractivas y sexys, ante la atenta mirada de los sofocados machos, que en cualquier otra cosa. Ese panorama ha cambiado drásticamente en los últimos años, ay que daño ha hecho el feminismo mal entendido, y ahora a las mujeres parece importarles bien poco si los hombres las obsevamos o no...... se las ve atareadas en multitud de actividades, ajenas totalmente a nuestras sorprendidas miradas: hablando despreocupadamente por los móviles - que asco de invento tecnológico - ; leyendo una sesuda novela; rellenando un lamentable sudoku o, lo que es infinitamente peor, dedicadas de forma repugnante a la noble tarea de quitarse el vello y los pelos de los lugares más variados de su anatomía.....

Yo no recuerdo nada igual, juro por todos los Dioses que en mi adolescencia y etapa de veinteañero jamás habia visto mujeres en la playa provistas de pinzas arrancándose los pelos de la entrepierna, de las cejas y hasta del mismísimo culo!! con un desparpajo propio de hembras de macaco, papiones o babuinos!! Ni en el Zoo de Barcelona se puede ver un espectáculo tan esperpéntico!!
Cuando no se espulgan entre ellas mismas o se petan los granos y espinillas varias, ellas mismas o a sus novios !! Sencillamente un espectáculo dantesco y escatológico, más propio de un reportaje del National Geographic que de una tranquila jornada de playa.

Y es que las mujeres a veces son de un pragmatismo enervante... supongo que en su mente optimizadora piensan: "Mientras me bronceo porqué no aprovechar y acabar de arreglarme para esta noche a ver si triunfo".

Lo dicho, jamás había visto tan poco glamour en las playas..... ni siquiera las mujeres - de ordinario bálsamo maravilloso - son ya lo que eran en mis tiempos mozos!!


PD: Todas las fotos de este artículo son de Hugo Solo






2 comentarios:

  1. Anónimo11:53 p. m.

    Las mujeres cada vez tienen menos glamour, pero podríamos hablar largo sobre los mandriles de playa que adornan nuestras arenas, esos seres cubiertos por más pelo que un barbapapa. O de los que crian mejillones en los pies. De los bañadores modelo "Fraga en Palomares", tan sensuales a la par que higiénicos, que sirven lo mismo para bañarte que para andar en bici por el barrio... El glamour de los hombres en la playa es lo más. Je, je, excepto en la Mar Bella, que son la mar de divinos.

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  2. Anónimo11:57 p. m.

    pues tu mujer bien buena que está, que yo la vi en la playa y me recree la vista un rato

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