

Jara se lo ha pasado muy bien, aunque eso no tiene mérito alguno ya
que la Jarita se lo pasa bien en cualquier sitio. Como todavía es muy pequeñita para introducirla en el apasionante mundo de las aves, la voy aleccionando con bichejos más diminutos (lagartijas y dragonets; ranitas sorprendidas en las acequias; cangrejos de río - rojos y americanos, porque de los ibéricos ya no nos quedan-; escorpiones; caracoles y las consabidas hormigas entre otros.