Hemos decidido dar la bienvenida a este nuevo otoño desde la Costa Brava, en el Baix Empordà, desde algunas de las calitas con mayor encanto de Palamós.
Mientras muchos otros recibian con euforia las primeras lluvías y el descenso de las temperaturas para iniciar la opípara temporada de "bolets", nosotros cogimos los bártulos y a las deliciosas Telerinas y nos fuimos a las bahías costeras de Palamós.
Allí Jara ha visto a sus primeras ardillas bajando por los troncos escamosos de los pinos piñoneros y jugueteando entre el ramaje y las copas de los pinos....al trote por el césped de la casita "benestant" donde hemos pasado estos últimos días de octubre.
Se lo han pasado "pipa" recogiendo piñones bajo la atenta mirada de las torcaces y de las urracas; también hemos pasado largas horas jugueteando en la playa de la Fosca que le debe su nombre a la enorme "Roca fosca" que surge a la vera de la orilla de la playa, en el rompiente de las olas.
Hemos aprovechado para hacer breves caminatas por los alrededores. Caminos de ronda que resiguen el tortuoso litoral de los cabos y ensenadas.....senderos y pistas forestales que se abren camino entre alcornocales; bosques mixtos con encinas y pinos donde todavía se pueden ver algunos claros con campos de cultivo y algunas masías......Un paisaje rural muy vivo que se mantiene en perfecta armonía con la siempre atormentada costa azotada por la sempiterna tramontana.
No, no nos hemos escapado de las primeras lluvías, de la caída generalizada de temperaturas de estos días por toda Catalunya y, por supuesto, de la temida tramontana. Hasta el viento de garbí ha acudido pronto a saludarnos.
Sol, lluvía, nubes, claros, viento del norte y del sur, un poco de todo para que nos vamos a engañar: el sello inconfundible de la Costa Brava y más concretamente de l'Empordà.
Ha sido una buena forma de entrar de lleno en el otoño.
Hay una luz especial y una intensidad en el paisaje que siempre he percibido en estas comarcas ("Alt i Baix Empordà") que no encuentro en ningún otro rincón de Catalunya.
El otoño es fantástico, probablemente la mejor "estación" del año, sólo tiene dos cosas negativas: es muy breve, cuando te descuidas ya te has metido de lleno en el crudo invierno y con él los días se hacen desesperadamente cortos....días cortos y noches largas, mala combinación excepto para los bichejos noctámbulos.
Nos vemos!
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