Este mes de abril nos escapamos unos días al Pla de l'Empordà (Torroella de Fluvià, Sant Pere de Pescador y las tierras inundadas dels Aiguamolls de l'Empordà).
Ya he comentado en más de una ocasión que siento una querencia absoluta por los paisajes abiertos: llanos, altiplanos, tierras bajas, tierras onduladas con pequeñas colinas o algunos cerros en lotananza.....La contemplación de paisajes abiertos (sean marítimos o continentales, a nivel del mar o en plena meseta castellana) me produce una paz interior y un relajo que ningún otro paisaje puede igualar.